SOBRE LA OBRA “ENTRE LÍNEAS”

Un viaje escénico que rompe fronteras, una obra que respira humanidad y su inevitable movimiento. Teatro Azul ha logrado con “Entre Líneas”, no solo tejer historias sobre migración, sino bordar un espejo donde el espectador descubre su propia conexión con el desplazamiento, el exilio y la búsqueda constante de un lugar en el mundo, esta obra de teatro documental expandido no es un simple relato, es un pulso vivo que late entre el cine y el escenario, entre la tecnología y el alma humana.   Las seis pantallas en el escenario no solo son instrumentos visuales, se transforman en portales que nos sumergen en un flujo de realidades y testimonios. Las imágenes se mueven, mutan y dialogan con las actrices, mientras el videomapping transforma el espacio en una coreografía de memoria y presente.   El proceso de creación es un proceso valiente y riguroso, llevó al equipo de Teatro Azul a recorrer las mismas rutas que los migrantes. En la frontera entre México y Estados Unidos, en los muros que dividen Europa y África y en los caminos de los venezolanos que cruzan Colombia, nació esta obra que escucha, recoge y amplifica voces, voces que normalmente son silenciadas por la indiferencia, aquí encuentran un grito colectivo.   Con una poesía visual y narrativa, “Entre Líneas” nos recuerda que migrar no es solo atravesar geografías; es desafiar lo imposible, es enfrentarse al odio y sobrevivir. En una época en la que las fronteras se han convertido en trincheras del rechazo, esta obra es un llamado urgente a recuperar la empatía.   Discursos de activistas como Sani Ladán y Valeria España se mezclan con las imágenes documentales y el lenguaje teatral, como si fueran hilos en una malla que desafía el tiempo y el espacio. En cada función el público no solo asiste a ver una obra de teatro, sino a un diálogo entre el arte y la sociedad, entre la escena y la vida. Donde las líneas no son límites son puntos de encuentro entre pantallas y cuerpos, entre lo local y lo global, entre lo visible y lo oculto, Teatro Azul crea un espacio donde el teatro se convierte en refugio y espejo.   Este no es solo un espectáculo, es un discurso de resistencia artística, una declaración contra la deshumanización. Un recordatorio de que aunque los mapas nos separen, siempre nos mantendremos unidos por la necesidad universal de buscar un hogar.   Cuando las luces se apaguen y la última imagen se desvanezca, quedará la verdad latente, migrar no es solo huir, es también soñar.